En 1956 Colombia tuvo su primera ministra, Josefina Valencia de Hubach. Al año siguiente, exactamente el 1 de diciembre de 1957, las mujeres entraron de lleno en la Democracia con el ejercicio pleno de su derecho al voto. En 2002 el presidente Álvaro Uribe nombró la primera ministra de Defensa Nacional y hoy ella, Marta Lucía Ramírez, marca un nuevo precedente histórico al ser elegida vicepresidente de la República en fórmula con Iván Duque por más de 10 millones 300 mil ciudadanos.
El próximo 7 de agosto, para orgullo de todas las colombianas, una mujer asumirá el segundo cargo más importante del poder Ejecutivo en Colombia, pero no lo hará exclusivamente por el hecho de ser mujer. Lo hará porque además de madre, hija, esposa, consejera, corazón de su hogar y trabajadora incansable (al igual que la mayor parte de nuestras compatriotas), Marta Lucía Ramírez será vicepresidente por una carrera brillante, honesta y que sirve de ejemplo para todos aquellos que anhelan con servir al país.
Será vicepresidente por ser una mujer excepcional.
Abogada especialista en derecho comercial, alta dirección empresarial y legislación financiera, fue directora del Instituto Colombiano de Comercio Exterior, presidente de Inversiones de Gases de Colombia, viceministra y ministra de Comercio Exterior, embajadora de Colombia en Francia, ministra de Defensa, senadora de la República y candidata presidencial. Todo a la par de la construcción de una bella y estable familia durante 42 años junto a su esposo Álvaro Rincón y su hija María Alejandra.
Marta Lucía será fundamental en la construcción del futuro para todos que escogimos como camino y que llevó a Iván Duque a la Presidencia. Aportará como nunca y como nadie a impulsar y visibilizar el liderazgo de la mujer, el cierre de brechas y a algo fundamental en nuestra sociedad: conciliar la vida familiar con el crecimiento profesional y laboral.
¡Señora vicepresidente tiene Colombia! Desde nuestros escenarios, en casa, en las oficinas, en colegios y universidades, todas nosotras contribuiremos a este empoderamiento histórico que viven el país y sus mujeres. Unidos y con objetivos comunes, llevaremos la Patria al mejor de los puertos.
Todo es posible cuando el amor y el compromiso van de la mano. Marta Lucía Ramírez lo demostró el pasado 17 de junio en las urnas.