María del Rosario Guerra
Más de 10.5 millones de colombianos que habitan en la región Caribe, la segunda con mayor demanda de energía en el país, tendrán asegurado el acceso al servicio de energía permanente y con calidad.
El primer paso para asegurarlo fue la aprobación de los artículos incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que buscan mitigar la crisis que afecta a la electrificadora Electricaribe, intervenida desde noviembre de 2016 por la Superintendencia Nacional de Servicios Públicos Domiciliarios.
Con 110 votos a favor y 20 en contra, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó el salvavidas que garantizará el servicio a siete de los ocho departamentos que componen la región Caribe. Un gran respaldo del Congreso.
Gracias a la decisión y el compromiso del presidente Iván Duque, estamos ad portas de tener en el Caribe, no solo un nuevo operador para cada una de las dos subregiones definidas para atender el servicio con calidad, sino la garantía del pago del pasivo pensional de los extrabajadores de Electricaribe.
Entre las propuestas aprobadas en el PND está la sobretasa nacional adicional de cuatro pesos por kilovatio consumido en el servicio de energía para los hogares de estrato cuatro, cinco y seis; así como a usuarios comerciales e industriales durante tres años.
Esto significa que una factura en estrato cuatro pagaría mensualmente $700 más en promedio, $850 para el estrato cinco y unos $1.000 para el seis.
Estos recursos se destinarán a fortalecer el Fondo Empresarial de la Superservicios, el cual a su vez permitirá apoyar a las empresas intervenidas para su operación, como el caso de Electricaribe.
Adicionalmente, se autoriza una contribución de las entidades vigiladas por la superintendencia para el mismo propósito. (Vea también: El Plan Nacional de Desarrollo es un asunto de todos).
El fin es obtener cerca de $160 mil millones anuales que permitan contribuir a mitigar la crisis económica que afecta a la electrificadora.
Electricaribe es la empresa con mayor número de suscriptores en estrato uno con cerca de 1.478.000 usuarios, y el tercero en estrato tres con 592.000; es decir que tiene más del 80% de los usuarios en los hogares pobres del país.
Pero el servicio de energía no es el único deficiente en el Caribe.
Para la muestra un botón: el Caribe no solo tiene un alto déficit en sistemas de alcantarillado y recolección de basuras; sino en acceso a la conexión de internet, considerado el peor en todo el territorio colombiano.
A las fallas y mal servicio del servicio de energía se suma otra problemática para los caribeños: el costo elevado de la facturación, en especial para los estratos uno y dos, convirtiendo a Electricaribe en la empresa con los cobros más altos para los hogares de menores ingresos en la región.
El Plan Nacional de Desarrollo y el capítulo Electricaribe ganaron el primer round en la discusión en la Cámara de Representantes, el cual esperamos surta el mismo efecto en el Senado.
Pero quedan otros retos: que las entidades oficiales se pongan al día con las deudas por la prestación del servicio; revisar el tema tarifario; reducir el robo de energía y hacer buen uso de los subsidios para que estos lleguen a los más pobres.
El Gobierno Nacional debe continuar sus acciones legales para asegurar que el anterior operador de Electricaribe, Gas Natural Fenosa, asuma su responsabilidad y pague los daños causados y los recursos malversados.
Con todas esas acciones se puede avanzar para poner punto final a la era de los racionamientos de energía, apagones, cobros sin registro y malversación de recursos que llevaron a Electricaribe al borde del abismo.