Han sido múltiples los desafíos que ha tenido que enfrentar el gobierno del presidente Iván Duque de cara a la pandemia por el Covid-19. Uno de los capítulos más complejo fue, sin duda, decretar el primer Estado de Emergencia social, económica y ecológica, decisión que permitió reaccionar y enfrentar de forma oportuna y acertada los efectos económicos y sociales desatados por la pandemia.
Fue ese Estado de Excepción, contenido en el decreto 417 de 2020, el que dio luz verde al Gobierno Nacional para expedir 92 decretos en el marco de la primera declaratoria de emergencia. En esta columna en particular quiero hacer un balance de algunos de los temas de la primera emergencia, cuyos objetivos principales fueron: preservar la salud y la vida de los colombianos evitando la propagación del Covid-19; ayudar a la población más vulnerable para que no pasara hambre, y apoyar al sector productivo para preservar el empleo.
Pero nada de esto habría sido posible sin recursos, razón por la cual el gobierno nacional creó el FOME (Fondo de mitigación de emergencias), el cual a mayo había apropiado $25.1 billones. Cerca del 70% de esos recursos se han destinado para responder rápidamente a las necesidades sociales de los colombianos más vulnerables. Sin embargo, la totalidad de acciones emprendidas para atender programas sociales, de salud, de empleo, tributarios, crediticios y otros ascienden a cerca del 11% de PIB ($117 billones).
$7.2 billones se han orientado al fortalecimiento del sector salud. Aumentar la oferta de infraestructura y dotación de hospitales públicos para atender a los contagiados por el Covid-19 ha sido prioritario. En mayo el país contaba con 6.660 UCI, 1.270 más que en febrero; además se estaban realizando cerca de 11.228 pruebas diarias, y se habilitaron 76 laboratorios para las pruebas. Para ese momento se habían realizado 332.000 pruebas en el país. Además, se destinaron más de $380.000 millones para pagar las nóminas atrasadas a los trabajadores de la salud de hospitales públicos, y $450.000 millones de bonificación para cerca de 43.000 profesionales de la salud vinculados directamente con la atención de la pandemia.
Esta maratónica labor ha estado acompañada por equipos de expertos nacionales e internacionales que, con su conocimiento, han guiado al presidente Duque en la toma de decisiones, todas oportunas y convenientes, para mitigar el crecimiento de la curva de contagio. (Lea también: Responsabilidad y disciplina individual).
A ello se ha sumado un gran desafío: garantizar un aislamiento obligatorio sin hambre. Para lograrlo, el gobierno del presidente Duque asignó recursos por $5.2 billones para la puesta en marcha de programas sociales. De esta manera se entregaron durante la primera emergencia dos giros extraordinarios por $334.000 a los 2.6 millones de beneficiarios de Familias en Acción; y dos giros extraordinarios que suman $712.000 a 274.342 jóvenes en acción. Para el programa Adulto Mayor que beneficia a 1.7 millones de personas, cada adulto mayor recibió dos giros adicionales de $80.000 cada uno.
Pero además se puso en marcha un programa sin precedentes en la historia de nuestro país: Ingreso Solidario, el cual ha beneficiado a 2.5 millones de hogares vulnerables, de una meta de 3 millones, con una ayuda monetaria mensual de $160.000, hasta el mes de diciembre. Debo agregar otro hit que se anotó este gobierno: la Devolución del IVA, iniciativa del Centro Democrático, que ha permitido realizar dos giros, cada uno por $75.000 bimensuales y que beneficia a 1 millón de hogares.
Por último, siendo conscientes de las dificultades por las que atraviesan los empresarios, el gobierno nacional capitalizó el Fondo Nacional de Garantías con $3.25 billones con el fin de entregar créditos hasta por $60 billones. El gobierno ha concedido garantías de hasta el 90% para las pequeñas empresas que requieran recursos para pagar sus nóminas y así preservar el empleo. Igualmente asumió el pago del 40% del salario de trabajadores de salario mínimo y el 50% de la prima del mes de julio. A lo anterior se suman decisiones como ampliación de plazos para pagar obligaciones tributarias y las devoluciones expeditas de saldos de impuestos de renta e IVA, entre otras decisiones.
No basta una columna de opinión para resumir el gran trabajo que hizo y sigue haciendo el Gobierno Nacional para garantizar la supervivencia de los empleos, del agro, la educación, el transporte; y en general la estructura productiva y social del país. Las afugias siguen siendo muchas, pero el esfuerzo no cesa para salvaguardar el bienestar y la protección de la vida de los colombianos. Es importante entender que construir esperanza en medio de las dificultades que afrontamos nos exige como sociedad tener disciplina social, respetar y acatar las medidas implementadas por el Gobierno Nacional para enfrentar una pandemia que llegó sin avisar y que golpeó con voracidad nuestras vidas y nuestra cotidianidad.
Las decisiones del gobierno del presidente Iván Duque para enfrentar la pandemia han sido convenientes y oportunas. Se ha hecho mucho y de manera rápida, pero necesitamos que se haga más sobre todo para ampliar la cobertura de programas sociales como Ingreso Solidario y su aporte mensual. El bien común ha movido al Gobierno Nacional, pero también nosotros debemos contribuir a él con nuestra solidaridad y disciplina social.