Esta semana las Comisiones Económicas Conjuntas nos dimos cita para el estudio y primer debate de la ponencia de la Ley de Presupuesto para la vigencia 2022. La discusión fue constructiva y enfocada en definir los recursos necesarios para garantizar la atención a los más vulnerables y promover la reactivación económica. Por esta razón, en reiteradas ocasiones he sido enfática en la importancia de priorizar aquellos sectores estratégicos en la generación de empleo y en entidades con una capacidad de ejecución eficiente. No podemos permitir retrasos en la ejecución de programas y proyectos de impacto regional que contribuyan al crecimiento económico de nuestro país.
En esta oportunidad quiero enfocarme en los principales cambios presentados en la ponencia que fue aprobada por las Comisiones Económicas Conjuntas, modificaciones que se alinean con los criterios establecidos en el proyecto de ley radicado por el Gobierno del presidente Iván Duque, como: 1) el fortalecimiento del sector salud y mejoramiento de la atención sanitaria; 2) la generación de empleo e ingresos a los más vulnerables; 3) cumplimiento de las obligaciones en el pago de la deuda; y 4) austeridad en el Estado, sin incremento en la adquisición de bienes y servicios.
Sin duda alguna uno de los cambios más importantes está en el incremento, frente a lo inicialmente presentado por el gobierno, de $6 billones en el presupuesto de inversión, pasando de $62.2 billones a $68.2 billones, el presupuesto de inversión más alto de la historia; una gran noticia para nuestras regiones que van a contar con mayores recursos para financiar proyectos de inversión que contribuyan a mitigar los efectos de la pandemia y los bloqueos. Ese aumento se da porque se acordó reducir el presupuesto del servicio de la deuda, de $78 billones a $72.8 billones, y el presupuesto de funcionamiento, de $210.1 billones a $209.4 billones.
Pero las buenas noticias de este PGN son muchas más. Por ejemplo, el aumento en el presupuesto para la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD) a $798 mil millones, esto con el fin de ampliar las obras de mitigación para la prevención de desastres naturales, como el que está viviendo La Mojana, como consecuencia de las inundaciones que ya deja más de 45.000 damnificados.
Otro de los puntos positivos que resalto es la gratuidad en los cursos de incorporación a nuestra Policía Nacional, una barrera menos para esos jóvenes que quieren servir a esta Patria, pero que no cuentan con los recursos para hacerlo. Así mismo, que las cuotas de los créditos educativos del ICETEX dependan del Ingreso del beneficiario y no sea una cuota fija. Un gran alivio para sus bolsillos, al pasar de pagar cuotas mensuales promedio de $600.000 a $200.000, es decir entre un 15% y 19% de sus ingresos. Aquí resalto una vez más el compromiso del presidente Iván Duque con la educación, prueba de ello es que por tercer año consecutivo la asignación de recursos para este sector es el más importante, $49.4 billones para la vigencia 2022.
Los Bomberos también tuvieron cabida en esta iniciativa, con una asignación de $87.4 mil millones, para avanzar en que todos los municipios cuenten con las herramientas necesarias para atender emergencias. No puedo dejar de mencionar el aumento del presupuesto para la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), que asciende a $84.6 mil millones, con el que se busca mejorar las condiciones productivas y de vida de los pescadores artesanales, población por la que sigo trabajando con un proyecto de ley que busca otorgarles un seguro de desempleo para los periodos de veda, y un seguro de vida para pesca de alto riesgo, entre otros beneficios.
De igual manera, resalto el incremento de $1.2 billones en el presupuesto de Inclusión Social y Reconciliación, sector que para 2022 cuenta con una asignación de $22.9 billones, recursos que contribuirán al fortalecimiento de los ingresos de los más vulnerables a través de los programas de transferencias monetarias; la atención a la primera infancia y la ejecución de obras de infraestructura para el mejoramiento y construcción de vías urbanas, espacios comunitarios y mejoramiento de vivienda.
Como mencioné al inicio de esta columna, este presupuesto debe focalizarse en sectores motores de la generación de empleo y la reactivación económica, como son el sector transporte y vivienda. En este punto, debo celebrar el incremento de $540 mil millones en el monto para el sector transporte, de los cuales $395 mil millones estarán focalizados en el programa Colombia Rural que permitirá la conexión de las zonas más apartadas de nuestro país con los centros urbanos, facilitando el transporte de nuestros campesinos. Con este incremento, este sector contará con recursos que ascienden a $13.3 billones para 2022.
En cuanto a vivienda, resalto el incremento de $445 mil millones para la financiación de proyectos para el acceso a agua potable y saneamiento básico; quedando el sector con un presupuesto de $5.4 billones para 2022. De igual manera, celebro la asignación de recursos para subsidiar el servicio de los acueductos rurales establecidos en el Decreto Ley 819 de 2020, y que buscamos extender hasta diciembre de 2022 a través de un proyecto de ley de mi autoría que se encuentra en trámite en el Congreso.
Son muchas las buenas noticias que trae este Presupuesto, el más alto en la historia de nuestro país. El reto es la buena focalización y ejecución para que las metas de mejoramiento de las condiciones de vida de los colombianos, la generación de empleo y el cumplimiento del plan de gobierno del presidente Duque se logren.