Señores de Fecode: los estudiantes no son instrumento político

María del Rosario Guerra

@charoguerra

Colombia depende de sus maestros para la construcción de un mejor futuro. Los educadores juegan un rol fundamental y complementario al de la familia en la estructuración de la personalidad y el carácter, el afianzamiento de valores, el gusto por el aprendizaje y la apertura de posibilidades intelectuales y profesionales en nuestros niños y jóvenes.

Según la ‘Consulta nacional a niños, niñas y adolescentes ¿Y la niñez qué?’, realizada por Unicef en Colombia en el año 2018, 7 de cada 10 niños han escuchado hablar por primera vez sobre derechos y deberes en sus centros educativos, y el 32% de la infancia y adolescencia considera que el fortalecimiento de la educación es prioridad para su vida, su hogar y para tener un mejor país.

Justo por ello es tan grande la responsabilidad de todos los gremios que hacen parte del sistema educativo, incluyendo al sindical, que a través de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) decidió convocar a un nuevo paro nacional este 14 de febrero.

Es legítimo reclamar y promover el bienestar de los maestros en Colombia, así como toda mejora posible a sus condiciones de trabajo. Sin embargo, ello no puede convertirse en disfraz para dejar sin clases a nuestros niños y jóvenes con el fin de apoyar las consignas de caos, parálisis y protesta interminable que lanzan sectores de izquierda que no aceptan su derrota en las urnas y las nuevas propuestas del gobierno para el desarrollo socioeconómico del país.

Señores de Fecode: Los estudiantes de Colombia no pueden ser usados como instrumentos políticos.

Se equivocan quienes pretenden adoctrinar a niños y adolescentes, se equivocan los que hacen proselitismo político instrumentalizando a los jóvenes estudiantes, se equivocan con infinita torpeza los que convocan a un paro de educadores para manifestar su respaldo al régimen de Nicolás Maduro y rechazar lo que llaman “injerencia de nuestro Estado en los asuntos internos de Venezuela”.

Dejen de equivocarse señores, y permitan que los verdaderos maestros ayuden en la construcción de un mejor país desde las aulas y sin sesgos. ¡Es un deber con las nuevas generaciones! Estoy segura de que el Gobierno del presidente Iván Duque escuchará sus peticiones sin necesidad de que ustedes se sumen a esa minoría que sueña con incendiar el país.

Los padres de familia deben evitar que sus hijos sean usados por Fecode o por partidos políticos de izquierda en marchas, mítines o concentraciones. Todos los colombianos, de la mano de los maestros realmente comprometidos con el proceso de aprendizaje de sus alumnos, debemos seguir avanzando en la formación de ciudadanos de bien, respetuosos de la Constitución, la ley y la autoridad; con arraigados valores morales y cívicos; formados en competencias y conocimientos que contribuyan a su desarrollo académico. La calidad de nuestra educación es responsabilidad de todos, pero nuestros maestros son fundamentales. Se requieren menos marchas politiqueras y más trabajo por la Patria.

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